• No intentes contentar a todo mundo. Si depositas tu felicidad en satisfacer a los que están a tu alrededor tu felicidad siempre va a depender del afecto y la gratitud que ellos te devuelvan, y nunca suele ser suficiente para nosotros. Examina tus valores y tus opiniones y sé la persona que tú quieras ser. Elige ser autosuficiente.
• Ten expectativas reales, no pienses en tener una vida perfecta ya que la perfección no existe. Si te centras en lo que sí puedes hacer podrás disfrutar más de los pequeños detalles y sentirte feliz con lo que haces.
• Experimenta, atrévete a salirte de la norma. No te conforme con lo que hace todo el mundo ni tengas miedo a equivocarte. El error sirve para aprender y sin riesgo no hay victoria. Si lo consigues estupendo, sino al menos lo has intentado.
• Céntrate en el presente. Un exceso de pasado nos conduce a la depresión y un exceso de futuro a la ansiedad. Concéntrate en el aquí y en el ahora. Si tienes un problema ¿Qué puedes hacer hoy?
• Lleva las riendas de tu vida. Aprende a elegir qué quieres, a organizar prioridades, a decidir modos de actuación, a contemplar las consecuencias de tus actos, a asumirlas cuando lleguen, etc.
• No te dejes llevar por las emociones. Vivir intensamente nos conduce a la pérdida de control. Todo lo que sube baja y algunas personas se vuelven adictas a la montaña rusa emocional. Si lo que buscas es una emoción positiva muy intensa lo que en realidad encuentras es la euforia y solo durará unos minutos; pero si lo que deseas es una emoción positiva de forma constante, busca emociones positivas que te mantengan en un equilibrio.
• No dependas del reconocimiento de los demás. Cree en ti y en lo que puedes hacer, forja tu propio autoconcepto y autoestima y no te dejes llevar por lo que los demás puedan o no decir de ti. El reconocimiento social nos produce satisfacción pero no podemos focalizar nuestra vida en su continua búsqueda.
• Sé una persona activa que busque siempre su propia motivación en aquello que hace. La autorrealización es el camino que nos lleva a sentiros bien con nosotros mismos. Por ello conviértete en una persona que haga un millón de cosas en lugar de una persona que hace una sola cosa perfecta.